Con el número 669 arrancaba una carrera en una
noche algo fría por el aire que soplaba en los alrededores de Villadiego. Era
mi primera carrera nocturna y me sentía bastante animado, por eso salí a buen
ritmo hasta que la carrera me puso en mi sitio y, aunque no se apreciaba por la
oscuridad de la noche, allí estaba esperándome la jodida cuesta que me hizo
ralentizar el ritmo que me hacía sentirme bien. Y es que las cuestas son
cuestas de día y de noche.
Pero después del cardo de la cuesta, empiezan
las margaritas de la bajada, y gracias al frontal que me dejó nuestro compañero
Pacho, me lancé como pollo sin cabeza a recuperar mi posición en la carrera y
así fue, mientras los demás corredores bajaban prudentes por no tropezar, yo bajaba
a tope y sin miedo gracias al frontal que llevaba en la frente. Gracias Pacho
por ese foco de tren con gomas que me dejaste para la carrera.
Al acabar la bajada recuperé muy bien tanto el
aliento como el ritmo y viendo ya más cerca la luz de la iglesia de Villadiego,
apreté hasta la plaza mayor y parar el crono en 53 minutos 20 segundos.
De nuevo la distancia no fue lo que la
organización había previsto de 12 km fueron 12 km y 500 metros, pero bueno
supieron suplir el mini error dándonos a la llegada bebida isotónica,
sandwichs, fruta, aperitivos varios y un chocolate riquísimo.
Aunque no salga en la clasificacion quede el 25 porque quede delante justo delante del tragaleguas Roberto Ortega
ResponderEliminarBien Rober, buena carrera y buena cronica, representando al equipo tu solo en el anonimato de la oscuridad, solo te falta ver las margaritas de las cuestas, que las hay, o ver en los cardos su apetencia que cocidos son muy apetecibles. Para la night marathon ya has dado el primer paso, ¿sembrar margaritas?
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